domingo, 17 de abril de 2011

I wanna hold you high and steal your pain..

  Me voy a dejar de preámbulos y de mi intento por buscar las palabras apropiadas al escribir, por lo menos esta vez; y me voy a dirigir directamente a vos, señor que tanto demostró, que tanto sintió, que tanto dió. A vos que saliste corriendo asustado, que le tuviste tanto terror al qué dirán y que se comportó como un gran hipócrita. Si claro, tuviste razón en mucho de lo que mencionaste en nuestra última llamada, pero muy dentro conoces la verdad, te fuiste por miedo a perder, no te la jugaste, no tuviste el coraje de seguir intentando que pudieramos estar juntos. Pero vos siempre hiciste todo por nosotros dos, ¿cierto? Y yo no. Yo fui la egoísta que te mintió. Si pudieras cerrar los ojos, y ver atrás, todos los años entre las sombras, todas las lágrimas. Cuatro largos años. Mientras vos dormías en otra cama, con alguien más. ¿Eso fue entregarlo todo? ¿Esa es acaso una manera de amar? Un tanto rara, debo decirte. ¿La culpa fue solo por mi causa? Cuando vos estabas con ella, y yo llorando tratando de encontrar alguna excusa para seguir, ¿ahí estabas demostrando tu amor? 
  Y hoy no estás. Y mi alma rota sigue aferrándose a un recuerdo. Lloro con tu ausencia, vivo con tu ausencia, cierro los ojos y ahí estas. Me seguís queriendo en mis sueños despiertos. Pero en ellos no tenes miedo, en ellos no dudas en besarme entre un mar de gente, sin que te importe un carajo lo que el resto piense; en ellos estamos juntos. 
  ¿Dónde quedaron todas tus fuerzas? Conocí a ese hombre que habitaba en vos, ese que no era el mediocre conformista que hoy siento que sos, ese que de a ratos desplegaba las alas y quería volar alto. ¿Dónde esta ese hombre, ese del que me enamoré? Ese que se la jugaba por lo que quería, ese que me hacía intentar ser una mejor persona, ¿ya no existe más? Porque de ser así, hay alguien sentada en la cama, alguien que solía molestarlo cuando trataba de dormir, alguien a quien le temblaban las piernas cada vez que lo veía, alguien que no amaba bien, pero que lo amaba con una locura inmensa, que superaba cualquier obstáculo, que derribaba muros; alguien que lo espera cada noche, cada tarde, cada despertar.. Y que nunca supo despedirse de él. Somos vos y yo, y lo quieras o no, nuestras almas siguen unidas.








No hay comentarios:

Publicar un comentario